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La cruzada contra su comunidad de vecinos que vive un residente de O Restollal

Unas filtraciones de agua debidas al mal estado de la cubierta del edificio han deteriorado su piso hasta el punto de estar en condiciones inhabitables. En cinco años el presupuesto de la derrama ha pasado de 65.000€ a casi medio millón

Un residente de O Restollal vive una cruzada contra su comunidad de vecinos

Javier Rosende Novo

Santiago de Compostela

Un compostelano que reside en el barrio de Pontepedriña, concretamente en el Nº 2 de la calle de Isidro Parga Pondal, vía que colinda con la conocida rúa de O Restollal, está viviendo una auténtica cruzada contra su comunidad de vecinos y su gestora por unas filtraciones de agua en su piso que cada día van a más. Una situación que lleva sufriendo tres años y que ha provocado que, debido al deterioro progresivo de su vivienda, esta haya sido declarada ante notario en condiciones inhabitables.

Su nombre es Juan Francisco Rodríguez Regueiro y la desesperación ante la realidad que actualmente está viviendo le ha llevado a recurrir a EL CORREO GALLEGO para denunciar una situación que, además, está afectando a su salud.

Fachada del edificio en el que se ubica el piso afectado por las filtraciones

Fachada del edificio en el que se ubica el piso afectado por las filtraciones / Javier Rosende Novo

Esta historia comienza en el año 2018, cuando Juan Francisco adquiere su actual piso en el que esperaba poder vivir tranquilo su jubilación. Según relata el afectado, cuando compró la vivienda "había un andamio instalado en el patio y un pequeño foco de humedad en el salón, pero la anterior propietaria me dijo que el problema ya estaba subsanado y que las filtraciones ya estaban arregladas. Yo la creí y lo compré". Nada más lejos de la realidad: aquella pequeña humedad ha terminado extendiéndose a todas las estancias de su piso.

"No tuve humedades hasta hace cuestión de tres años, en 2022, cuando de nuevo aparecieron en el techo de una esquina el salón, y posteriormente ha ido a peor", explica Rodríguez Regueiro sobre cómo ha llegado su vivienda al estado actual en el que se encuentra, en la que todas las puertas y sus marcos se han hinchado y cuyo parqué está totalmente levantado, pasando por el deterioro general del mobiliario debido a la humedad constante, que también ha terminado por estropear la caldera.

Juan Francisco empujando la puerta de entrada a su vivenda, la cual no puede abrirse con normalidad

Juan Francisco empujando la puerta de entrada a su vivenda, la cual no puede abrirse con normalidad / Javier Rosende Novo

Unos problemas que tendrían su origen hace más tiempo de lo que él pensaba, ya que, tal y como explica este jubilado "parece ser que viene ya desde hace cinco años o más porque la cubierta del edificio está levantada y, como parche, la han tapado con unos plásticos que están sujetos con las propias losas del tejado para que no vuelen. Además, una de las chimeneas que también filtra agua afecta mi caldera y la ha deteriorado hasta el punto de estar totalmente oxidada e inutilizable, por lo que no dispongo ni de calefacción ni de agua caliente con la que ducharme, tengo que desplazarme hasta la casa de mi madre para poder hacerlo", asegura Juan Francisco.

Así está la cubierta del edificio, tapada con plásticos

Así está la cubierta del edificio, tapada con plásticos / Cedida

La situación lo ha llevado a levantar un acta notarial por el actual estado de su casa: "Me vino una notaria a levantar acta de como está todo esto y dijo que el piso está inhabitable. También vino el gerente de Reveteco, una de las empresas constructoras y al ver el estado de la vivienda, echó las manos a la cabeza y dijo que aquí no se puede vivir", explica este compostelano.

Así se encuentra parte del techo del salón de Juan Francisco

Así se encuentra parte del techo del salón de Juan Francisco / Javier Rosende Novo

Todo ello propiciado por las continuas negativas de su comunidad de vecinos a llevar a cabo una reforma que en el año 2019 solo aprobaron 11 propietarios que representan el 19,50% de los votos, y que por aquel entonces ascendía a cerca de 65.000 euros, pero que debido al paso del tiempo y a no haberla realizado en su momento, actualmente tendría un valor aproximado de medio millón: "Se pidieron informes técnicos a arquitectos de lo que había que hacer y también presupuestos a varias constructoras, pero, al pasar tanto tiempo en estado de abandono, estos ascienden a cifras que rondan los 500.000 euros y cada año que pasa van subiendo", por lo que tal y como asegura Rodríguez Regueiro "ahora están mareando la perdiz... no queremos gastar el dinero, el que está fastidiado que se fastidie... y quién debe responsabilizarse de todo es la comunidad. Nosotros, los comuneros, somos los que tenemos que reparar el daño porque mientras no se haga a mí, mi seguro, no me arreglará mi vivienda", explica.

Como consecuencia de la desidia y el desentendimiento a la hora de efectuar la obra, Juan Francisco tan solo acude a su casa para pernoctar debido a las grandes humedades que sufre y que también están afectando a su salud: "Solo vengo a dormir, a poner lavadoras y a planchar. Yo aquí no puedo vivir chupando humedad todos los días pese a tener puesto un deshumidificador. Tampoco puedo cocinar porque el agua corre por las paredes de la cocina", lamenta.

Estado de la caldera de la vivienda de Juan Francisco, totalmente oxidada

Estado de la caldera de la vivienda de Juan Francisco, totalmente oxidada / Javier Rosende Novo

El afectado se siente desprotegido

Los problemas no terminan ahí para Juan: la que debería ser la encargada de gestionar todas las problemáticas del edificio, la Asesoría Jurídica Laudis, a su juicio no estaría haciendo su trabajo. Tal y como afirma este santiagués y tras interponer una denuncia contra la comunidad mediante su seguro de hogar Mapfre, con el cual también ha tenido que lidiar dando numerosos partes desde febrero hasta octubre del pasado año para conseguir que le hicieran caso al no haber vías de solución a un problema que no solo le afecta a él, sino también a varios de sus vecinos, el Juzgado Nº 2 de Santiago se puso en contacto con la administradora "exigiéndole una respuesta".

Tras el paso dado por el afectado judicializando el caso, Laudis convocó con fecha 20 de noviembre de 2024 una Junta General Extraordinaria para tratar de buscar una solución en una reunión que fue grabada y cuya acta se elaboró a posteriori y en la que, según Rodríguez Regueiro, aparecen reflejadas unas afirmaciones que este niega haber hecho: "El acta recoge que he presentado una denuncia contra la comunidad reclamando que se reparen los daños ocasionados en mi vivienda, algo que es cierto, pero también apunta que en su defecto, se me abone una indemnización de 1.968 euros, esto es totalmente falso". Una cifra que fue la estipulada por un perito de Mapfre hace más de un año y que tal y como asegura Juan Francisco, "infravaloró unos daños que cada día van a más".

Mobiliario del salón de Juan Francisco tapado con plásticos para evitar en la medida de lo posible que no se deterioren

Mobiliario del salón de Juan Francisco tapado con plásticos para evitar en la medida de lo posible que no se deterioren / Javier Rosende Novo

Así mismo, y mediante un escrito de contrariedades con respecto al acta de esa reunión, Juan también hizo saber a Laudis que la poca celeridad que estarían mostrando a la hora de solucionar el problema, le está ocasionando más gastos puesto que "cada proyecto de arquitecto o cada informe de memoria ciega es dinero que desembolso, pero eso parece no importar". Este compostelano jubilado se queja también del 'parche' aprobado en dicha junta para tratar de esquivar de momento una derrama muy cuantiosa, y el cual no le serviría para que su seguro de hogar se encargue de los desperfectos en su vivienda. Este sería la reparación de forma urgente de la chimenea que filtra agua a la caldera de Juan para que pueda volver a su piso en unas condiciones mínimas de habitabilidad. Una solución que el perjudicado señala como insuficiente puesto que tal y como afirma "la cubierta y las terrazas también vierten agua sobre la caldera, por lo que no tiene objeto arreglar la chimenea y poner una caldera nueva cuando va a seguir cayendo agua".

La chimenea en mal estado que filtra agua a la caldera de Juan Francisco

La chimenea en mal estado que filtra agua a la caldera de Juan Francisco / Cedida

Del mismo modo, Rodríguez Regueiro desmiente otro punto que señala el acta de la Junta Extraordinaria en el que los vecinos le proponen, mientras no se realiza la obra de la chimenea, una alternativa habitacional pero que este afirma estar viviendo en casa de su madre: "Yo no dije eso. Lo que dije es que tenía que ir a ducharme y a cocinar a casa de mi madre recientemente fallecida, ocasionando unos gastos que mis otros dos hermanos no tienen porque asumir", argumenta.

También en dicha reunión la abogada de la comunidad, tal y como relata el afectado, informó a los comuneros de la denuncia y de lo que podían hacer al respecto: "No contestar, contestar de que no vamos a arreglar o contestarles de que sí, que ya se arreglará... de todos modos esto va para largo, igual hasta tarda cinco años".

La versión de Laudis

Desde la asesoría Laudis aseguran que toda esta problemática de las filtraciones en el edificio, viene heredada de la antigua administradora: "Esta comunidad la gestionamos desde hace un par de años y el edificio ya venía con unos problemas estructurales graves de filtraciones de agua y con unos presupuestos para la reparación de cerca de los 500.000 euros... nosotros lo que hemos hecho es empezar de cero, pedimos informes técnicos a dos nuevos arquitectos para ver si había alguna solución diferente, pero ambos también recomiendaron una intervención casi integral de fachadas, cubierta y terrazas por unos importes similares", señalan.

Una vez comunicadas estas nuevas valoraciones a los vecinos, de los cuales dos más también se ven afectados por las filtraciones en sus viviendas, la obra de nuevo no fue aprobada. Ante esta nueva negativa, desde Laudis aseguran entender la desesperación Juan Francisco por lo que "solicitamos otro informe a un arquitecto sobre la posibilidad de hacer una intervención parcial y con ella solucionar al menos el problema de Francisco. Esta, además, sería más económica para los vecinos puesto que son algo más de 150.000 euros, pero entre unas cosas y otras todo se está retrasando".

La puerta de la cocina no solo está negra por la humedad si no que tampoco se puede cerrar porque los marcos están deformados

La puerta de la cocina no solo está negra por la humedad si no que tampoco se puede cerrar porque los marcos están deformados / Javier Rosende Novo

En lo referido a las supuestas contrariedades del acta de la Junta Extraordinaria celebrada a raíz de la denuncia interpuesta, la cual señala la conformidad de Francisco a aceptar una indemnización de 1.968 euros en caso de no ser reparados los daños ocasionados en su vivienda y que el afectado asegura ser un dato falso, Laudis afirma que "se ciñeron a lo que pone la demanda" y apunta que en dicha reunión "se acordó, por mayoría, contestar a la demanda reconociendo los daños que tiene el propietario del 6ºI de acuerdo al informe pericial, pero que los comuneros se opusieron a que se ejecuten las obras integrales de reparación del edificio, prefiriendo la actuación más económica que se propone tan solo sobre la cubierta".

Desde la asesoría jurídica están de acuerdo con lo que Juan Francisco denomina como un 'parche', y coinciden con el afectado en que esta opción no solucionará definitivamente el problema de filtraciones, pero aseguran estar "atados de manos" si no son los propios vecinos los que dan el paso a hacer la reforma total. Además, la actual administradora del edificio pone también de manifiesto diferentes trabas que se encuentran a la hora de realizar intervenciones de este tipo: "Tenemos un problema muy grave todos los administradores de fincas en Santiago. Las empresas ya no nos dan presupuestos o te los dan para el año que viene porque les sobra el trabajo", a lo que hay que añadir "el tema de los retrasos en las licencias que es desesperante. Están tardando entre seis meses y un año y las ocupaciones de vía pública otros seis meses. Creemos que el Concello de Santiago lo está tramitando muy mal, porque las licencias de obra te las da el departamento de Urbanismo y las licencias de ocupación de vía pública el de Tráfico, con lo que ni siquiera están vinculados. Una vez tienes la de obras, pides la de ocupación de vía pública, retrasando la ejecución de la obra y haciendo que lo presupuestado ya no sirva, por lo que hay que volver a empezar... son maquinarias muy lentas".

Por el momento el querellante y pese a que desde Laudis dicen entender su situación, este tendrá que esperar al menos hasta los meses estivales, momento en el que la administradora asegura que podrían empezar las obras parciales aprobadas por sus vecinos: "Aunque no se solucione del todo el problema, esperamos poder empezar las obras de la cubierta en verano y que Juan Francisco vuelva a tener unas condiciones mínimas de habitabilidad".

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